En la lucha contra el cambio climático, las energías renovables juegan un papel fundamental al contribuir significativamente a la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2). Estas fuentes de energía, que incluyen la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, entre otras, son esenciales para mitigar los efectos del calentamiento global y fomentar un desarrollo sostenible.
Las emisiones de CO2 están en nuestro día a día, por ejemplo al encender la luz, usar calefacción, ya que esta energía proviene de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el gas natural y el petróleo.
¿Qué son las energías renovables y cómo contribuyen a disminuir el CO2?
Las energías renovables se obtienen de fuentes naturales inagotables o que se regeneran continuamente y no emiten gases de efecto invernadero durante su generación, lo que las hace limpias y sostenibles. Puede haber fuentes de energías renovables de muchos tipos, como la solar, que usa la energía del sol; la eólica, que utiliza la energía del viento; la hidroeléctrica, que aprovecha el movimiento del agua; la geotérmica, que emplea el calor interno de la tierra; y la biomasa, que convierte materia orgánica, como residuos agrícolas o forestales, en energía mediante procesos de combustión, fermentación o digestión.
Las energías renovables no emiten CO2 precisamente debido a su fuente de origen, que difiere de los combustibles fósiles, y, por consiguiente, mejoran la calidad del aire, beneficiando así la salud pública. Además, aumentan la seguridad energética al ser autóctonas y no depender de importaciones, reduciendo la vulnerabilidad a las fluctuaciones de precios.
Casos de éxito
Entre los países que han logrado liderar en esta materia, se encuentra Dinamarca, que ha enfocado su transición energética en la energía eólica, generando con ella un 50% de su electricidad. Alemania, por otra parte, con su política Energiewende, ha invertido fuertemente en energía renovables diversas, logrando que más del 40% de su electricidad provenga de estas fuentes. También, Costa Rica ha sido un país líder en esta materia, ya que actualmente obtiene más del 98% de su electricidad de fuentes renovables, principalmente hidroeléctrica, eólica y geotérmica.
Estos países han demostrado que es posible alcanzar una matriz energética casi completamente libre de carbono y que las energías renovables son una herramienta indispensable en esta materia. La transición energética basada en energías renovables es no solo viable, sino también esencial para garantizar un planeta habitable para las futuras generaciones.
Disminución de CO2 en España
El modelo descentralizado de energía, o transición energética distribuida, empodera a los ciudadanos para generar y gestionar su propia energía, mejorando la resiliencia al reducir la vulnerabilidad a fallos en infraestructuras. Este modelo fomenta la sostenibilidad al usar energías renovables y aumenta la eficiencia energética al producir energía cerca del punto de consumo. En ImpactE, creemos firmemente en el poder de esta transición energética distribuida y trabajamos día a día para potenciarla, promoviendo el autoconsumo compartido y comunidades energéticas locales.
La transición hacia energías renovables es esencial para combatir el cambio climático, mejorar la calidad del aire y asegurar la seguridad energética. España, al igual que otros países líderes, tiene la oportunidad de demostrar que un futuro sostenible y libre de carbono es alcanzable, apostando por descentralizados para una matriz energética más limpia y eficiente.
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