¿Qué es una Smart City?

Una Smart City o «ciudad inteligente» es un concepto que combina tecnología, sostenibilidad y planificación urbana para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, optimizar el uso de recursos y hacer las ciudades más eficientes y habitables. En estas ciudades, los sistemas de análisis de datos y gestión son clave para mejorar los servicios urbanos de forma más efectiva. Pero, ¿Qué hace que una ciudad sea inteligente?

El término Smart City abarca una variedad de aspectos que afectan, tanto a la infraestructura y la vida cotidiana, como el uso de tecnologías avanzadas, donde el análisis y recopilación de datos es clave para la toma de decisiones que mejoran la calidad de vida de las personas. Esto influye en diversas áreas incluyendo nuevas tecnologías en salud y seguridad, movilidad pública, educación y también el medio ambiente.


Las energías renovables en una Smart City

Las energías renovables juegan un rol fundamental en una Smart City. Reducir la huella de carbono, incentivar el reciclaje, priorizar la sostenibilidad e involucrar a la ciudadanía son pilares esenciales en su desarrollo. Para materializar esta visión, las Smart Cities usan una serie de tecnologías y prácticas innovadoras:

1. Redes eléctricas inteligentes (Smart Grids): Estas redes permiten gestionar la energía de forma más eficiente, integrando fuentes renovables como la energía solar en el sistema eléctrico de la ciudad. Se realiza un seguimiento del flujo a través del uso de sensores y tecnologías de monitoreo en tiempo real para optimizar el flujo de energía.

2. Generación distribuida y autoconsumo:
Como mencionamos, los ciudadanos pueden participar activamente en la generación de energía mediante paneles solares fotovoltaicos instalados en edificios y viviendas. Un ejemplo de ello son las comunidades energéticas donde los ciudadanos se organizan para ser propietarios, gestores y consumidores de las instalaciones y la energía producida.

3. Edificios sostenibles y eficientes: La arquitectura y el diseño de los edificios en una ciudad inteligente están alineados con los principios de la sostenibilidad, por ende, desde su planificación, se fomenta la eficiencia energética en los edificios mediante tecnologías como los mapas solares y el análisis de datos.

4. Movilidad eléctrica y sostenible: A diferencia de otras ciudades, donde el transporte es uno de los sectores más contaminantes, en una Smart City se apuesta por la movilidad eléctrica. Se integran vehículos eléctricos, tanto privados como públicos, y se potencia el uso de bicicletas o patinetes que permiten reducir las emisiones de CO2 y mejorar la calidad del aire.

5. Almacenamiento de energía: Una de las limitaciones de las energías renovables, como la solar y la eólica, es su intermitencia. Es por esto que se implementan sistemas de almacenamiento de energía mediante baterías de gran capacidad, que permiten guardar el excedente de energía producido durante los momentos de alta generación y utilizarlo cuando sea necesario.

6. Seguimiento y gestión de la energía: El seguimiento en tiempo real es un factor crítico en una Smart City, ya que permite gestionar de manera eficiente el uso de la energía. Mediante plataformas digitales y sensores conectados, se puede analizar el consumo energético de cada zona de la ciudad y adaptar la distribución de recursos según la demanda reduciendo el desperdicio de energía.

Desafíos de una Smart City

A pesar de sus beneficios, las Smart Cities también enfrentan desafíos como:

Privacidad y seguridad de datos: El uso masivo de datos trae consigo nuevas medidas para garantizar la protección de la privacidad, tanto de los gobiernos como de los ciudadanos.

Desigualdad: Existe el riesgo de que no todos los ciudadanos se adapten a las nuevas tecnologías o que no todos puedan acceder a ellas lo que puede aumentar la brecha de desigualdad. Es tarea importante de las ciudades inteligentes capacitar y buscar medidas que puedan integral a toda la población.

Infraestructura inicial: El desarrollo de una Smart City requiere una inversión considerable en tecnología e infraestructura.

Ejemplos de Smart City

Según el Smart City Index, publicado por el International Institute for Management Development en 2023, las ciudades que lideran el ranking son Zurich en Suiza, Oslo en Noruega, Canberra en Australia, Copenhague en Dinamarca y Lausanne también en Suiza.

Estas ciudades destacan por el uso eficiente de la energía y la construcción de edificios residenciales que cumplan con todas las normativas ambientales y energéticas desde su construcción. También, tienen transporte público eficiente y se incentiva el uso de bicicletas y el reciclaje. Mientras tanto, de las 141 ciudades evaluadas, aparecen 4 españolas donde la primera es Bilbao en el puesto 27 y la siguen Madrid, Zaragoza y Barcelona.

Las Smart Cities están marcando el camino hacia un futuro más sostenible. El papel de las energías renovables en estas ciudades es esencial para reducir las emisiones de carbono, optimizar el uso de los recursos y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Aunque el camino hacia la implementación de estas tecnologías presenta desafíos, las oportunidades que ofrecen para crear ciudades más limpias, eficientes y habitables son inmensas.

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